de usted y protegiendo su espalda. Es esperanza en el lugar que menos esperaba encontrarla: una flor en la acera de la vida. Es sagrado porque sólo Dios lo puede conceder. Es un deleite porque emociona. Como es sagrado, no puede ser robado. Y por ser deleitoso, no se puede predecir. Esta fue la alegría que danzó por el Mar Rojo. Este fue el gozo que hizo sonar la trompeta en Jericó. Este fue el secreto que hizo cantar a María. Esta fue la sorpresa que dio la primavera a la mañana de Pascua. Es la
Page 24